Derretí por separado el chocolate blanco y el chocolate negro amargo. Para templar el chocolate podés colocarlo a baño María (no es necesario que el agua hierva). Tenés que ir ablandándolo de a poco mientras vas agregando pedacitos de chocolate al que ya se está derritiendo. Tiene que estar a 37º de temperatura (cuando lo apoyás en la parte superior del labio tiene que resultar frío). Si el chocolate está muy caliente quiere decir que se pasó.
Para derretir el chocolate blanco tenés que agregarle una gotita de aceite (de canola) cada 200 grs.
En los moldes para bombones colocá una cucharadita del chocolate derretido.
En una placa colocá un antiadherente y colocá el molde para bombones boca abajo para que el chocolate vaya bajando por los bordes y que caigan los restos.
Podés rellenarlos con dulce de leche o con alguna otra pasta que te guste (pasta de maní, de vainilla, frutilla).
Cubrilos con chocolate blanco usando una espátula pequeña para cerrarlos.