Tené en cuenta que los colores suben su tono una vez que la porcelana se seca, por lo que es necesario aplicar muy pequeñas dosis de tintura. Así mismo tenés que considerar que una vez teñida la pasta es muy complicado volver a encontrar el mismo color exactamente, por lo que siempre te conviene teñir toda la pasta que considerás que vas a usar y un poco más por las dudas.
Cuando añadas colorante a la pasta hacelo gradualmente. Si agregás mucho y terminás con un tono muy oscuro, apartá un poco de la pasta y mezclala con más pasta sin teñir para que se reduzca la intensidad del color.
Los colores flúo están de moda y quedan muy bien. Son muy útiles también para crear colores pasteles; para ello tenés que aplicarlos en una mínima cantidad.
Podés teñir la porcelana mezclando y amasando con colorante en pasta o acrílico. También podés modelar la pieza y luego pintar con colorante en polvo, usando un pincel.
El fulgorado es un producto que, si bien no aporta color, es útil para dar brillo a superficies para que se tornen con efectos iridiscentes, brillantes o charolados.
La pintura dimensional es una especie de plasticola de color con brillo que resulta ideal a la hora de darle volumen a los ojos, contornear una estructura o realizar detalles que se vean atractivos en una figura.
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