La ambientación y la decoración suelen usarse como términos similares, pero si prestamos atención, hay marcadas diferencias.
El diccionario dice que ambiente es el medio en que se vive, y la ambientación es todo lo que rodea a un evento y sus protagonistas. No se trata solamente del espacio ceñido a límites estrictos, como las paredes que envuelven a una reunión pequeña, sino que también podrán corresponder a los espacios abiertos que quedan alrededor de un mega evento al aire libre.
En uno u otro caso, con elementos adecuados se podrá marcar un estilo, un motivo que caracterice a la reunión y la identifique. Pero la ambientación no se trata solamente de una identificación, sino que la misma puede ser parte vital del funcionamiento o posibilitar la participación de los invitados o anfitriones.
Igualmente, hay diferencias de conceptualización entre ambientación y decoración, aunque se trate a estas palabras como sinónimos.
¿Cuál es la diferencia?
La palabra decoración se refiere a los arreglos y componentes que se utilizan para adornar un ambiente determinado, pero su condición es más estática y menos generalizante que la ambientación. Por eso, podría decirse que la ambientación es contenedora de la decoración.
Con los elementos de decoración se puede armar un escenario, un ámbito, pero tiene que haber una concepción total o integradora, el espíritu, la comunicación integral del evento.
La decoración y la ambientación
Un galpón de campo podría utilizarse para el lanzamiento de un nuevo producto de medicina veterinaria, decorado como un establo de los años 30.
Una casa antigua con leyendas urbanas sobre fantasmas puede ser un buen lugar para realizar el lanzamiento de un nuevo diseñador de modas, creando una noche mágica y suntuosa con sus diseños en una noche de Halloween.
Los elementos decorativos podrían ser, entonces, flores, jarrones, retratos, espejos, fuentes, globos, fuegos artificiales, etc.
Todos los elementos decorativos, terminan fomentando la ambientación, cada uno con su toque de distinción, sillas forradas, mesas pintadas, espejos, portaretratos, candelabros, tarimas, exhibidores, etc.
Es la ambientación quien dará la temática, la idea central con lo que luego se utilizará en la decoración. Hay que tener en cuenta, obviamente, el presupuesto con el que se cuenta.
La creatividad es la gran merecedora de los eventos, y la musa inspiradora de la ambientación. Por eso, ponela en práctica si te consideras creativa y te apasionan los eventos y la ambientación.
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