Malvaviscos caseros (Marshmallows)

¡Hoy te traemos una receta mágica! Los malvaviscos o marshmallows son dulces azucarados súper esponjosos que le encantan a los chicos (y los no tanto).
Te enseñamos una receta para hacerlos en tu casa. Podés darles forma cuadrada, redonda o hacer formitas que combinen con tu evento o el humor de tu día. ¡La imaginación es el límite!

Ingredientes

• 20 gr de gelatina sin sabor
• 240 ml de agua fría
• 300 gr de azúcar blanco
• 240 ml de jarabe de maíz (o glucosa líquida, en su defecto).
• 1½ cucharaditas de extracto de vainilla
• ¼ cucharadita de sal

Para la cobertura de azúcar:

• 170 gr de azúcar impalpable
• 55 gr de Maizena
• 1 cucharadita de colorante alimentario en polvo (opcional)

Elaboración

1. Con ayuda de unas varillas, empezamos combinando el azúcar impalpable, la maicena y el colorante en polvo (en caso de usarlo) en un cuenco. Reservamos.
2. Enmantecamos o rociamos con aceite un recipiente de unos 20×30 cm. Espolvoreamos generosamente con unas cuantas cucharadas de la mezcla de azúcar impalpable y maicena, procurando que quede bien adherida en el fondo, laterales y, en especial, los rincones. Cubrimos el sobrante con film transparente. Reservamos ambos recipientes.
3. En el cuenco de una amasadora equipada con el accesorio de varillas o una batidora con buena potencia, combinamos la gelatina con 120 ml del agua fría y revolvemos con un tenedor hasta que se disuelva.
4. En una olla mediana (con cierta profundidad), a fuego lento, añadimos 120 ml de agua, el azúcar blanco, el jarabe de maíz y la sal. No mezclamos. Llevamos a hervor y con un pincel de repostería, vamos limpiamos el interior de la olla de los restos de azúcar que hayan podido adherirse, evitando que el azúcar cristalice durante la ebullición. Si no tenemos pincel de pastelería podemos tapar la olla durante 2 minutos una vez que esté hirviendo, de forma que el vapor vaya limpiando los bordes.
   • No remover la mezcla una vez que esté hirviendo
5. Acoplamos un termómetro de cocina, apto para trabajar con azúcar a altas temperaturas, y cuando el termómetro alcance los 115 ºC, lo que se conoce como «punto de bolita blanda», (unos 8-9 minutos aproximadamente), apagamos y retiramos del fuego.
6. Con la amasadora a velocidad media, vamos añadiendo gradualmente en un hilo continuo el jarabe caliente a la gelatina hidratada.
7. Luego de añadir todo el jarabe, tapamos el bowl de la amasadora (para que no salpique) y aumentamos la velocidad hasta casi al máximo durante unos 12-15 minutos hasta que la mezcla se vuelva muy densa, blanca y prácticamente haya triplicado su volumen. Añadimos el extracto de vainilla y mezclamos hasta combinar por completo. Tendremos una especie de pasta muy pegajosa, suave y esponjosa, que seguirá aún algo templada.
8. Rápidamente, vertemos la mezcla de nuestros futuros malvaviscos en el recipiente que teníamos preparado con ayuda de una espátula de silicona. Según se vaya enfriando, la mezcla será más difícil de manipular, pues irá solidificándose, así que tenemos que hacerlo rápido. Alisamos la superficie con una pequeña espátula o con las manos, ligeramente humedecidas. Espolvoreamos toda la superficie de la preparación con la mezcla reservada de azúcar impalpable y maicena hasta cubrirla ligera pero totalmente.
9. Dejamos que se seque a temperatura ambiente, sin cubrir, durante unas 12 horas.
10. Una vez seca nuestra masa, desmoldamos invirtiendo el recipiente sobre una superficie amplia y limpia. Es posible que necesitemos ayudarnos de una espátula de silicona para despegar toda la pieza de la base del recipiente.
11. Al igual que anteriormente, espolvoreamos generosamente la nueva superficie con más mezcla de azúcar impalpable y maicena.
12. Con un cuchillo bien afilado o una rueda para pizza, cortamos los malvaviscos en cuadrados. También podemos utilizar cortantes con formas. Para evitar que se pegue a la preparación, sumergimos el cortante elegido en agua cada dos o tres cortes.
13. Pasamos cada forma o cuadrado por la mezcla de azúcar impalpable hasta que queden bien impregnados.

Conservación:

Se conservan en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco, durante varias semanas. La mezcla de azúcar y maicena la podemos conservar en un recipiente sellado por el tiempo que sea necesario.
Si usamos chocolate o alguna mezcla para cubrir los malvaviscos, tendremos que tener cuidado en el almacenamiento para que no se peguen.